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Artículos > Descubramos el coreano

por Alexis Ulrich  LinkedIn

El idioma coreano me ha intrigado durante mucho tiempo, en primer lugar por su sistema de escritura, que me parece estéticamente agradable, aunque completamente abstracto, antes de investigarlo seriamente. Es a través de este particular punto de entrada que empecé a descubrir esta lengua y sus particularidades.

Su escritura, el hangeul

La historia del hangeul, el sistema de escritura coreano, es interesante en muchos sentidos, sobre todo porque es artificial. Fue inventado por el rey Sejong el Grande en 1443 para sustituir varios sistemas de escritura y transcripción en caracteres chinos, y para que toda la población pudiera leer y escribir.

Es al mismo tiempo un alfabeto y un silabario que se escribe en forma de cuadrícula, lo que facilita su aprendizaje por su regularidad.

Sejong el Grande
© CJ Dayrit, Unsplash

El verbo se coloca al final

El coreano tiene una estructura Sujeto-Objeto-Verbo, es decir, el verbo se pone siempre al final de la frase (o de la cláusula gramatical). En resumen, hay que dejar hablar a la otra persona sin interrumpirla si se quiere saber lo que está pasando.

Me como una manzana se dice, por tanto, Yo una manzana me como, o sea 제가 사과를 먹어요 (jega sagwaleul meog-eoyo).

Pista de taxi en Corea
© Ryoji Iwata, Unsplash

Los niveles lingüísticos

Los niveles de la lengua se expresan mediante partículas que se añaden al final de los verbos. Por ejemplo, el estilo cortés informal utiliza el sufijo (-yo), como en el ejemplo anterior de la manzana, 먹어요, mientras que el estilo cortés informal utiliza el sufijo 니다 (-nida).

Existen siete niveles principales en función del respeto que se tenga a la persona a la que se dirige, y otros tantos sufijos verbales. Después, se combinan con partículas honoríficas en función de a quién se dirijan, como el honorífico (-ssi) unido al nombre de una persona del mismo nivel que el hablante.

Luces de neón en Seúl
© Ciaran O’Brien, Unsplash

Los números

Coexisten dos tipos de números: los de origen coreano y los de origen chino. Hasta el 99, se utilizan los primeros, y a partir de ahí los segundos, aunque los primeros pueden seguir utilizándose para las decenas y las unidades. Las horas utilizan el primero (coreano) hasta las 12, y uno u otro más allá, mientras que los minutos se expresan exclusivamente con el segundo (chino-coreano).

En la práctica, los días utilizan un contador numérico: 하루 haru (un día), 이틀 iteul (dos días), 사흘 saheul (tres días), 나흘 naheul (cuatro días), 닷새 datsae (cinco días)…

En resumen, es un poco complicado contar en coreano.

Escultura y tótems en Cheongpung-myeon, Jecheon-si
© Mathew Schwartz, Unsplash

Vocabulario y préstamos lingüísticos

El coreano tiene entre un 60% y un 70% de palabras de origen chino. Algunos ejemplos son 부모 (bumo, del mandarín 父母, padre/madre, para padres), o también 학생 (haksaeng, del mandarín 學生, estudiar/estudiantes, para estudiante). Luego se escriben en alfabeto hangeul o en hanjas (los caracteres chinos).

En Corea del Sur, las palabras preveniendo del inglés forman lo que se conoce como konglish, palabra formada en Korean y English, o bien préstamos readaptados directamente, o bien palabras que pasaron primero por el japonés.

En el primer grupo, tenemos por ejemplo 아이쇼핑 (ai-syoping, para eye shopping en lugar de window shopping o mirar escaparates), o 셀카 (selka, de self y camera o selfie).

En el segundo, podemos mencionar 헬스클럽 (helseu-keulleop, o gimnasio, del inglés health club, por medio del japonés ヘルスクラブ o herusu-kurabu), o 백미러 (baegmireo, o retrovisor, del inglés back y mirror, a través del japonés バックミラー o bakku-mirā).

Como puede ver, el konglish promete horas de investigación etimológica a través de los vericuetos de los préstamos lingüísticos.

Algunas palabras provienen del francés, aunque sean minoritarias (son unas 50): 바게트 (bageteu, de baguette, el pan), 크레용 (keureyong, de crayon, lápiz), 시네마 (sinema, de cinéma, cine), 트롱프뢰유 (teurongpeuroeyu, de trompe-l’œil, trampantojo), 쿠데타 (kudeta, de coup d’État, golpe de estado), 레지스탕스 (rejiseutangseu, de résistance, resistencia), 멜랑꼴리 (melangkkoli, de mélancolie, melancolía), 랑데 부 (rangde bu, de rendez-vous amoureux, cita de amor)…

Algunas palabras también vienen del español, aunque sean poco numerosas: 카페테리아 (kapeteria, cafetería), 할라페뇨 ( hallapenyo, jalapeño), 가스파초 (gaseupacho, gazpacho)…

Salón conmemorativo del Premio Nobel de la Paz Kim Dae Jung
© Drew Bae, Unsplash